El Día Que Dejé de Perdonar Sin Sanar: Mi Liberación Emocional Real
Durante mucho tiempo, creí que perdonar era un acto unilateral de generosidad, una especie de moneda de cambio para alcanzar la paz interior. Me convencí de que, al absolver a quienes me habían herido, estaba liberando una carga. Sin embargo, la realidad resultó ser mucho más compleja y, a menudo, frustrante. Descubrí que perdonar sin sanar es como firmar un cheque sin fondos; la intención es noble, pero el resultado es la perpetuación del dolor. Este artículo narra mi viaje personal hacia una comprensión más profunda y auténtica del perdón, uno que no solo implica absolver al otro, sino, fundamentalmente, sanar a uno mismo.